Si la destrucción equivalente a la de la pesca de arrastre industrial ocurriera en tierra, habría conmoción y enojo públicos. Pero la pesca de arrastre industrial está fuera de la vista y la mente por una buena razón: es particularmente difícil filmar o fotografiar sus impactos. Los buques industriales rara vez dan acceso, hay pocos caladeros que no estén ya muy degradados por la pesca de arrastre, y la recopilación de pruebas submarinas es costosa y, a menudo, peligrosa.